Por: Rosa Sharom
Desde 1991, Colombia ha venido desarrollando una propuesta nacional de Educación Ambiental cuyos esfuerzos fundamentales han estado orientados a la inclusión de la temática tanto en el sector ambiental como en el sector educativo
específicamente. En el sector educativo, la Educación Ambiental se ha venido incluyendo como una de las estrategias importantes de las políticas enmarcadas en la reforma educativa nacional y d e s d e l o s c o n c e p t o s d e a u t o n o m í a y
descentralización. En el contexto anterior, se han logrado avances significativos relacionados con el proceso de institucionalización, tanto a nivel nacional como regional o local.
Es así como la I. E. JOSÉ CELESTINO MUTIS, ubicada en el barrio Villa Hermosa, en coordinación c on AICOLD, se han tomado en serio el papel de sembradores de esperanzas en un mundo saturado de indiferencia con el compromiso ambiental, y con los estudiantes desde 6° hasta 11° han llevado a cabo el Foro etnoambiental celebrado en el marco del Encuentro de la Identidad y la Diversidad cultural. Este espacio académico se ha convertido en una plataforma para que los chicos
expongan sus trabajos y puntos de vistas frente al quehacer ambiental, y aporten soluciones a las problemáticas ambientales en la ciudad.
Durante estos 12 años, el foro se ha orientado a la implementación de acciones fundamentales para el cuidado del medio ambiente, sembrando en la conciencia de cada estudiante miembro del s e m i l l e r o a m b i e n t a l l a i m p o r t a n c i a d e
responsabilizarse personalmente de su cambio de actitud, primera regla para lograr el cambio a nuestro alrededor.
Este proyecto ambiental ya se ha extendido a 12 Instituciones Educativas más dentro del Área metropolitana y hasta Quibdó, en el departamento del Chocó, con la nueva participación de la I. E. MANUEL CAÑIZALEZ, lo que refleja el natural proceso de la semilla: después de que se siembra y germina, continúa el crecimiento, fortalecimiento y sostenibilidad. En este proceso la alcaldía de Medellín ha jugado un papel muy importante en el acompañamiento y fortalecimiento de los semilleros; de igual manera, ha sido trascendental la disposición y buena voluntad de los rectores y docentes de las instituciones participantes, todos aunando esfuerzos con el objetivo de contribuir en la formación integral de nuevos ciudadanos responsables con el planeta, que no es de nuestra propiedad pero es el lugar donde habitamos.
Así, mancomunadamente, podremos ver fructificar en sobreabundancia las iniciativas futuras propuestas por estos niños para convivir sosteniblemente en el lugar en que, como ciudadanos del futuro, los lleve el destino a establecerse, ojalá de un modo menos incierto y más equilibrado.