Es un proceso que contempla la orientación a mujeres cabeza de familia en situación de vulnerabilidad y víctimas de violencia intrafamiliar, con el objetivo de buscar su dignificación. Esto se logra a través de actividades psicosociales lúdico-pedagógicas que sirven como estructura metodológica para el desarrollo y la mitigación de los altos índices de violencia intrafamiliar. Además, se enfoca en el conocimiento de las herramientas que brinda el estado para estas situaciones y en la generación de sus propios ingresos para el sustento familiar. Este proceso se alinea con las políticas de protección y empoderamiento de las mujeres establecidas por el gobierno que buscan garantizar la igualdad de género, prevenir y atender la violencia intrafamiliar, y promover la autonomía económica de las mujeres. Al proporcionar orientación, apoyo psicosocial y herramientas para generar ingresos, se contribuye a la implementación de estas políticas y se promueve la dignificación de las mujeres cabeza de familia en situación de vulnerabilidad.